Antídoto natural contra la pena y la soledad. Aumento de la percepción de abandono, procesos de duelo demasiado largo. Ilusión de soledad, falta de conexión con el todo.
Inconformidad ante la pérdida o sensación de esta. Sensación de no haber tenido suficiente amor. Dolor.
El trébol promueve la alegría natural de la corriente de vida, disuelve la pena incluso la de las fases mas regresivas de la infancia. Vagotonía.